Últimamente se habla mucho de criptomonedas. Estas divisas digitales cada vez son más reconocidas en el mundo del trading y la Bolsa y, para qué mentir, en el mundo en general.

El Bitcoin tiene cada vez más aceptación y ya se utiliza para pagar en cantidad de sitios. Sin ir más lejos, nosotros mismos en esta web aceptamos Bitcoin como forma de pago. Y no somos los únicos, sino que ya hay restaurantes, bares e infinidad de tiendas de comercio electrónico. ¡Imagínate lo que será en el futuro!

Además, se espera que entre en vigencia una nueva ley llamada MiCA en la Unión Europea para finales de 2023, que busca regular las criptomonedas y brindar una mayor protección a los inversores.

Con todo esto, lo más importante será almacenar tus criptomonedas en un lugar seguro, a salvo de robos, de agua, hackeos, fuego, etc. Para esto existe una solución, los monederos fríos.

En este artículo te explico exactamente qué son los monederos fríos y cómo funcionan exactamente.

Qué son los monederos fríos

Los monederos fríos son dispositivos físicos para almacenar criptomonedas que NO están conectados a internet.

Al no estar conectados a internet, es mucho más difícil que alguien robe tus fondos o que te hackee. Eso sí, depende del monedero frío que elijas, te puedes exponer a unos riesgos o a otros.

¿Por qué digo esto?

Porque existen monederos fríos electrónicos y monederos fríos no electrónicos. Los electrónicos son como USB’s o los mp4 de antes, no sé si los recuerdas. Lo que quiero decir con esto es que los electrónicos normalmente necesitan actualizaciones constantes y no se pueden mojar ni golpear. Por eso te recomiendo uno no electrónico.

Cómo funcionan los monederos fríos

Te lo explico de forma sencilla: las criptomonedas se compran en un exchange, una plataforma online donde eliges la cantidad de la criptomoneda que quieras y la compras con tu tarjeta, por ejemplo. A poder ser, elige un exchange seguro para comprarlas.

Una vez compradas, lo ideal es que no dejes tus criptomonedas ahí, ya que son fáciles de hackear. Lo ideal es que las traslades a un monedero físico.

Los monederos físicos se componen de una clave privada y una dirección pública. La clave privada es como el pin de tu tarjeta de crédito, la utilizarás para enviar criptos y para comprar; la clave pública es como el IBAN, la utilizarás para recibir criptos en tu dirección.

Pues bien, todo exchange cuenta con una opción para trasladar criptos a monederos fríos y, para ello, te pedirán estos datos. Simplemente tienes que seguir los pasos de cada exchange, cuando lo hagas verás que es muy sencillo.

Características de los monederos fríos

Lo más importante a tener en cuenta es que NO están conectadas a Internet.

Se trata de un monedero físico seguro, casi imposible de hackear.

Existen dos tipos de monederos fríos:

• Basados en hardware: Tienes un dispositivo físico en el que se almacena tu clave privada, lo que te decía más arriba, pueden ser electrónicos o no electrónicos.
• Paperwallet: Una opción más segura, pero bastante tediosa. Se trata de un papel donde están apuntadas tu clave privada y tu dirección pública.

Paper wallet vs hadware wallet

Aunque ambos monederos son fríos, al papel le pasa lo mismo que al monedero frío electrónico, que son vulnerables a otro tipo de peligros como deterioros, golpes o agua, por ejemplo.

Monedero Caliente vs Monedero Frío

A diferencia de los monederos fríos, los hot wallets SI están conectados a Internet.

Su principal característica es que puedes utilizarlo desde cualquier dispositivo. Es decir, están más expuestos a las estafas de los piratas informáticos.

Por este mismo motivo, no me parecen la mejor opción.

Por qué los monederos fríos son mejores que los calientes

Como ya te adelanté, los monederos fríos no está conectados a Internet.

Los ciberataques y las estafas de criptomonedas son cada vez más habituales.

Por tanto, si utilizas un monedero frío va a ser mucho más difícil que alguien tenga acceso a tu clave privada y, por tanto, te la pueda robar.

El mejor monedero frío

¿Quieres que me moje? Pues lo haré.

Para mi gusto, hay un monedero que destaca sobre los demás: la placa Material Bitcoin.

Es un wallet para no frikis, así que no pasa nada si no tienes conocimientos técnicos en tecnología.

No obstante, es mi favorito por la seguridad y durabilidad que ofrece.

Además, Material Bitcoin resiste a altas temperaturas, a golpes y a inundaciones. Como te decía, no es un monedero electrónico, es una placa de aluminio ultra resistente y segura. Imagínate cuánto, que cuenta con una garantía de 100 años.

Entiendo que no te fíes de mí y pienses que te estoy contando una artimaña. Por eso, te dejo aquí un post con las opiniones de los usuarios.

Con decirte que la mayoría lo definen como «el regalo perfecto para todos aquellos que deseen integrarse en el mundo de las criptomonedas«, creo que lo digo todo. 

Ahora, tú eliges.

Algunos ejemplos de cold wallets

Las cold wallets más conocidas del mercado son Trezor y Ledger.

Ambos son monederos fríos basados en hardware y fáciles de utilizar. No requieren de conexión a internet y por tanto, son inmunes a los virus que sí se pueden dar en ordenadores con las wallets calientes.

Sin embargo y como he repetido a lo largo de este post, estos dispositivos son electrónicos y precisan de actualizaciones.

Existen vídeos de youtube de usuarios que han perdido sus criptos solamente por no seguir estas actualizaciones al día.

También tienes que tener cuidado con el agua y con los golpes, por ejemplo.

Monederos seguros y confiables

Muchos prefieren monederos digitales fríos. Otros, se quedan con los wallets calientes.

Tienes que tener en cuenta tus preferencias, desde luego.

A mí me puede gustar el color rosa, pero tú preferir el naranja.

Pero en todo existe un equilibrio. Yo no demonizo los wallets calientes, de hecho, pienso que son geniales para hacer trading. Si haces trading lo ideal es contar uno caliente con las cantidades necesarias para ser más ágil en tus transacciones y con uno frío para almacenar el resto de tus fondos.

La seguridad ha mejorado mucho con el paso de los años. Poco a poco, las probabilidades de hackeo se van reduciendo.

Así que ya sabes, utiliza una buena contraseña y ten cuidado si compartes tus direcciones, pero elige el monedero que mejor se adapte a tus necesidades.