Plan de herencia Bitcoin en España: Testamentos, acceso a claves y multisig para no perder patrimonio

La irrupción de Bitcoin y otros criptoactivos ha convertido la planificación sucesoria en un asunto tan jurídico como técnico. En España, el marco civil y fiscal general permite integrar las criptomonedas en el caudal hereditario, pero sin un plan previo el riesgo de perderlas por falta de acceso a claves es real.

En 2025, además, la mayor atención de la Agencia Tributaria hacia criptoactivos y la obligación de declarar posiciones en el extranjero cuando proceda han elevado el listón de diligencia para familias y asesores.

Por qué heredar Bitcoin es distinto: Clave privada, jurisdicción y valoración

Heredar Bitcoin no se parece a heredar una cuenta bancaria. La titularidad y el control efectivo dependen de la clave privada o de la frase semilla. Si nadie la conoce o el sistema de seguridad del titular impide recuperarla, los fondos quedan inaccesibles incluso con una declaración de herederos o una sentencia.

Esa brecha entre reconocimiento legal y control técnico explica que la planificación sea preventiva y no reactiva. A nivel jurídico, las criptomonedas se tratan como bienes integrables en la herencia, pero con particularidades fiscales y probatorias que exigen documentar el acceso.

En España, la Dirección General de Tributos y la práctica profesional vienen señalando que, para que los criptoactivos se integren y valoren correctamente en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD), hay que poder transmitir el control efectivo sobre ellos, lo que en la práctica equivale a facilitar el acceso a la clave o a la custodia.

El segundo reto es jurisdiccional. Si el causante tenía conexiones internacionales o usaba plataformas radicadas fuera de la UE, el reparto puede requerir actuaciones ante terceros países y el uso del Certificado Sucesorio Europeo para acreditar la condición de heredero en otros Estados miembros.

El Reglamento (UE) 650/2012 establece que, como regla general, rige la ley del Estado de la última residencia habitual del causante, permite optar por la ley de la nacionalidad en el testamento y crea ese certificado europeo para simplificar actuaciones transfronterizas. La valoración es el tercer elemento sensible.

El ISD exige fijar el valor real de los bienes a la fecha de devengo, esto es, el día del fallecimiento. Con activos volátiles como Bitcoin, dejar constancia documental de la cotización en esa fecha y de los saldos en cada monedero o exchange evita controversias.

La propia documentación del Modelo 650 recuerda que en “Valor” debe consignarse el valor real de los bienes o derechos a la fecha del fallecimiento del causante. Siendo así, no solo Bitcoin puede formar parte de una herencia digital.

Muchos patrimonios ya incluyen criptomonedas con más futuro en 2025, tokens con casos de uso emergentes o exposición a nuevos estándares europeos de transparencia. Precisamente por eso, planificar quién tendrá acceso, cómo se conservarán y qué tratamiento fiscal recibirán es tan importante como decidir su peso en cartera.

Herramientas legales en España: del testamento clásico al testamento digital operativo

El derecho español ya ofrece palancas útiles. La LOPDGDD reconoce, tras el fallecimiento, la posibilidad de que familiares y herederos soliciten acceso, rectificación o supresión de datos personales ante responsables del tratamiento.

Y su artículo 96 habilita a herederos o a la persona designada por el difunto para dirigirse a prestadores de servicios de la sociedad de la información con el fin de decidir el destino de contenidos o suprimirlos, salvo prohibición expresa del fallecido.

Aunque no estamos ante un testamento digital autónomo, estos preceptos facilitan la gestión de cuentas y datos que pueden ser necesarios para localizar activos o verificar accesos. Para sucesiones internacionales, el Reglamento (UE) 650/2012 aporta coherencia.

Aplica con independencia de dónde estén situados los bienes (aplicación universal), permite la professio iuris por la ley nacional del causante y prevé el Certificado Sucesorio Europeo para acreditar en otros Estados la condición de heredero o albacea. Su utilización no es obligatoria, pero en patrimonios con criptoactivos custodiados fuera de España puede ahorrar tiempo y trámites.

Acceso real a las cuentas: Qué puede resolverse en vida

Una gran parte del problema se resuelve antes del fallecimiento. Los grandes proveedores digitales ya ofrecen vías para ordenar el destino de datos y cuentas. Google mantiene el Administrador de Cuentas Inactivas, que permite designar contactos de confianza y decidir qué ocurre con la cuenta si queda inactiva.

La propia compañía ha recordado en 2023 la vigencia de esta herramienta como parte de su política de cuentas inactivas. Facebook/Meta también ofrece la figura del contacto de legado y la conmemoración o eliminación de cuentas con acreditación del fallecimiento.

Estas opciones no sustituyen al testamento ni a la entrega de claves, pero facilitan localizar información relevante, notificar a herederos designados y coordinar cierres o descargas de datos. Para cripto, el núcleo no es el permiso de la plataforma, sino el control de la clave. En auto custodia, la familia necesitará la frase semilla o el esquema que la custodia.

En custodia centralizada, habrá que cumplir los procedimientos del exchange para transmisiones mortis causa, que suelen incluir certificados, legalizaciones y traducciones cuando se trata de entidades fuera de España o la UE. De ahí el valor de documentar en vida ubicaciones, custodios y procedimientos.